Sinopsis: El legendario asesino John Wick se ve obligado a salir del retiro por un ex-asociado que planea obtener el control de un misterioso grupo internacional de asesinos. Obligado a ayudarlo por un juramento de sangre, John emprende un viaje a Roma lleno de adrenalina estremecedora para pelear contra los asesinos más peligrosos del mundo.
Por alguna razón esta película llega muy tarde a España, desconozco que clase de problemas existen con Netflix, pero ambas versiones demoraron mucho en su estreno en el país. En fin, después de esta introducción, voy a centrarme en el tema por el que han venido; John Wick 2.
John Wick ha vuelto, y no pudo hacerlo de una mejor manera. Nos encontramos ante una continuación que hace crecer la saga. Mantiene su homenaje al cine ochentero de acción. El humor sigue imperando y sus coreografías, superan lo visto en su predecesora; en cuanto a locura y realización. Mantiene perfectamente el ritmo y acabas pidiendo más; de hecho yo estoy esperando ya su tercera entrega. Pese a ser una producción franquicia, cada película mantiene su propia personalidad; pueden verse con total independencia, no es una saga forzada.
En su capítulo anterior ya hice mención de su componente mitológica, en este caso veremos como su protagonista desciende a los infiernos y abre sus puertas, en definitiva; nos presenta ante que monstruos tiene que luchar. Pese a ser un mundo con reglas, él pone las suyas, es su reto a los dioses y estos nos muestran que tanto poder tienen. Se avecina una conclusión épica. Su tono gamberro divierte, y su estructura narrativa nos mantiene sentados en la butaca, porque aunque esté cansado de repetirlo, esto funciona bajo los códigos del cine de acción, y tiene que cumplir con su cometido, no puede ir por derroteros que no le pertenece. ¡NO ES UNA PELICULA INTIMISTA! al parecer, hay personas buscando su mensaje interior. Cosas de intelectuales.
En su capítulo anterior ya hice mención de su componente mitológica, en este caso veremos como su protagonista desciende a los infiernos y abre sus puertas, en definitiva; nos presenta ante que monstruos tiene que luchar. Pese a ser un mundo con reglas, él pone las suyas, es su reto a los dioses y estos nos muestran que tanto poder tienen. Se avecina una conclusión épica. Su tono gamberro divierte, y su estructura narrativa nos mantiene sentados en la butaca, porque aunque esté cansado de repetirlo, esto funciona bajo los códigos del cine de acción, y tiene que cumplir con su cometido, no puede ir por derroteros que no le pertenece. ¡NO ES UNA PELICULA INTIMISTA! al parecer, hay personas buscando su mensaje interior. Cosas de intelectuales.
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