FICHA TÉCNICA
Sinopsis: En medio de un brote de peste, varios miembros destacados de la sociedad sevillana aparecen asesinados. Mateo, condenado por la Inquisición, debe resolver esta serie de crímenes diabólicos para lograr el perdón del Santo Oficio y así salvar su vida. Una investigación a vida o muerte en un entorno de represión pública y hedonismo privado; de misticismo y caos; de conventos relajados y burdeles reglamentados; de cárceles como escondite; de hospitales como tumbas; de traiciones y lealtades.
Aunque sea muy pronto para esta
valoración, puede ser una de las mejores series de este año. Alberto Rodríguez
y Rafael Cobos hacen una magnífico trabajo, desde la construcción de
personajes, a la elaboración de la historia; un trepidante Thriller, que además
de sombríos crímenes refleja el oscurantismo del siglo XVI.
He detestado la ficción
televisiva española por mucho tiempo, si bien es cierto que guardo entre mis
favoritas series como Historias para no dormir. También he de recordar
brillantes producciones del ayer como Fortunata y Jacinta o Cañas y barros, dos
series que quizás resulten un tanto densas para el público actual, pero que a
nivel personal, reflejan una calidad muy notable. De un tiempo a esta parte, la
televisión en España se ha convertido en un espectáculo bochornoso, con penosos
decorados de cartón piedra y una pésima calidad.
No es una cuestión de sus
técnicos, auténticos profesionales y muy bien formados. Tampoco es una cuestión
económica, puesto que actualmente las producciones cuentan con un presupuesto
(cada una en su liga) bastante similar al de series realizadas por la BBC .
Guiones inorgánicos, diálogos
absurdos (vergonzoso en muchas ocasiones) y el escaso interés por los
productores en ofrecer un producto de calidad (en este punto directamente se
ríen del espectador), son la enorme losa que cargan la series españoles en
estos momentos. Por suerte esto parece estar cambiando en las cadenas de
pago, en abierto siguen haciendo las mismas mierdas. Allá por el 2011
canal + estreno en su plataforma Crematorio, el primer acercamiento de la
televisión actual por las series bien cuidadas y bien realizadas. 2017 nos
trajo La zona, una muestra de que la ficción española puede ser francamente buena,
2018 inicia con La peste, una espectacular serie, que no tiene nada que
envidiar a las producciones de EEUU.
Una de las cosas realmente
asombrosas de esta serie, es su excelente ambientación, una escenografía que te
atrapa en su micro-cosmos desde el primer instante y no te suelta hasta el
final. El trabajo de Pau Esteve en la fotografía es sensacional, su influencia
artísticas de los mejores pintores del barroco se hace presente en cada plano
(especialmente en los interiores). Al ser localizado en Sevilla, es
inevitable mencionar nombres como Velázquez o Murillo entre los artistas referentes
(si pulsan este enlace, podrán ver una serie de referencias artísticas más
amplia).
La peste es hipnótica, su guión y
realización no se quedan atrás en sus virtudes. Alberto Rodríguez
imprime en este trabajo un estilo muy similar al de La isla mínima; nos atrapa
con la premisa de misterio y poco a poco vamos conociendo los entresijos
de cada uno de sus personajes (ya sean principales o secundarios). Desde lo positivo de cada uno de ellos, hasta sus acciones más despreciables. Una serie
sensacional.
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